En un post anterior os animábamos a que acudierais a Sevilla a las I Jornadas Notartic que se celebraron los días 4 a 6 de Noviembre, y de las que me piden que os haga un resumen.

Dice el refrán que una imagen vale más que mil palabras, y sinceramente la que sirve de encabezamiento a este post es el resumen perfecto de lo ocurrido.

Vosotros no podéis ver nada más que la foto, así que tendré que plasmar por escrito los metadatos.

En ella aparece Susana Gisbert Grifo en un momento de la Mesa Redonda sobre Prueba Digital.

Lo sorprendente no es que lleve sus sempiternas gafas de sol en el pelo (pese a que eran aproximadamente las ocho y media de la tarde), lo que resulta sorprendente es la mirada y la actitud que hay en esa fotografía.

¿A quién mira? ¿Por qué apoya la mano? ¿Qué estaba sucediendo en Notartic?

No os engaño, pero si reparáis en la foto, la mirada no es la mirada de alguien que, como yo, hace tiempo que cumplió los veinticinco años, sino que es la mirada de una adolescente.

¿Creeréis que trato de hacerle la pelota? Os reto a que  enseñéis la fotografía a alguien que no conozca a Susana Gisbert, y que le preguntéis la edad y profesión de la persona que sale en la foto.

La edad obviamente es lo de menos, pero lo cierto es que los juristas, con el paso del tiempo, y a la vista de los problemas, poco a poco tendemos a entrar en un mundo interior algo atormentado, y de ahí la fama de “esaboríos” que tenemos.

Susana es Fiscal. Creo que poco hay que explicar sobre lo desagradable que tiene que ser ver ciertos temas a diario, por lo que es inevitable que un fiscal, de una u otra manera, se convierta en lo que los de por estas tierras llamamos “tío vinagre”.

¿De verdad que vosotros, a la vista de esta foto afirmaríais que estáis ante una Fiscal?

Viendo la foto, no sabréis de qué se estaba hablando, pero sí que, sea lo que sea, es algo que más que interesante, algo que es capaz de ilusionar, porque la foto refleja un gesto de ilusión y aprobación (yo estaba presente y en ese momento Susana no paraba de asentir una y otra vez).

Lo curioso es que esa es la actitud que tenía, no Susana, sino los 135 asistentes al acto, y esa era la actitud que tenían tras más de diez horas seguidas hablando de Derecho y Tecnología un sábado lluvioso.

En la foto, la mirada es directa a quien está hablando, la sonrisa es de felicidad contenida, y la mano apoyada más en la cara que en el mentón, me recuerda a la típica foto en la que una adolescente inclina la cabeza, la apoya en la palma de la mano y abre la boca oyendo hablar al Justin Bieber de turno.

Pero al otro lado de la foto, no hay ningún ídolo de masas, hay un Notario, como yo, diciendo qué piensa, no del mundo que nos rodea, sino del mundo que queremos hacer.

Instantes antes de esa foto, Susana había dicho muchas y muy interesantes cosas, pero yo me quedo con la afirmación “ya es hora de que los juristas dejemos de ver el derecho como un mundo de compartimentos estancos, y que colaboremos y confiemos los unos con, y en los otros“.

En el momento de tomarse esa foto, Susana está oyendo a un Notario decir que no es que sea tiempo de hacerlo, es que es una pena que no haya sucedido antes, y que por parte de los Notarios, siempre ha habido y habrá un puente tendido a cualquier compañero que un día se sentó en el mismo pupitre de la Facultad de Derecho.

Otros publicarán entradas sobre la calidad de las ponencias, que están ahí, pero yo sinceramente me quedo con el trato humano que tuvimos; con la masiva desvirtualización, y con la cantidad de abrazos que nos dimos muchas identidades virtuales tras las que sólo hay seres humanos.

Eran abrazos entre juristas, entre personas adultas; sin embargo en Notartic, durante dos días y medio, los juristas se convirtieron en adolescentes, y se limitaron a disfrutar de la pasión de compartir, sin complejos, con confianza y con esperanza, la ilusión por hacer un mundo mejor.

Si es difícil de explicar qué es una desvirtualizacion, más aún es explicar la diferencia entre un abrazo y un achuchón (y creed que Notartic estuvo lleno de abrazos y achuchones), más si os fijáis bien en la mirada de esta foto, creo que podríais encontrar la respuesta; en todo caso, lo mejor no es entenderlo, sino vivirlo, y en Notartic,135 adolescentes que peinan canas, compartimos esa experiencia.

Por eso me despido con otra foto en la que Susana me está dedicando un libro.

Dedicatoria de un libro en Notartic

Dedicatoria de un libro en Notartic

En esa foto, y a esa misma hora un compañero mío estaba dando una ponencia soberbia sobre el futuro digital del notariado, mas mis tres amigas Susana Gisbert, María Jesús Montero, y Ángeles Blanco tenían que volver a sus ciudades de origen, y espero que no se enfade mi admirado Jorge Díaz Cadórniga, pero entre escucharle a él, y poder dar un abrazo a quienes, y gracias a Internet, tengo a mis cincuenta y un años, la amistad que sólo se tiene en el colegio, opté por los abrazos.

Abrazos en Notartic

Abrazos en Notartic

Acerca del autor:

Notario de Los Palacios y Villafranca (Sevilla).

Francisco Rosales de Salamanca – ha escrito posts en NotaríAbierta.


 

 

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